El rubio conducía a toda velocidad, con enojo. Golpeaba el
volante con sus manos e insultaba al aire. Hizo algunas cuadras así y luego se
tiró hacia la banquina y detuvo el motor.
Los recuerdos inmediatamente inundaron su cabeza.
“- ¿En dónde has
estado? – preguntó Caroline, él rodó los ojos –
- Te dije que estaría
en la casa de Richard – prostestó –
- Podrías haber
llamado – replico Caro en forma de reproche –
- No quise hacerlo ¿Sí?
No tuve ganas de llamarte. –
- ¡Oh, pero si tuviste
ganas de quedarte allí hasta las 5 de la mañana! – gritó ella, y continuó –
tengo un examen importante mañana, Dougie, y no he dormido nada por tu culpa. –
- Es tú culpa por
quedarte despierta. –
- Es tú culpa por
estar siempre afuera –
- ¿Siempre afuera? Es
la primera vez que salgo con Richard en meses, no puedes culparme por tu falta de confianza en mí. –
- Sí que puedo
hacerlo, tu siempre estas mirando a otras mujeres y …. – ”
La discusión había durado hasta las 6:40 am, un vecino se
acercó, tocó timbre y preguntó si todo estaba bien. Dougie salió enojado de la
casa y condujo hasta un lugar desierto.
- No puedo con esto Caroline – dijo por la línea telefónica.
Ella lo había llamado –
- ¿Entonces esto se
acabó? – hubo un silencio en la llamada - ¿Hola?
- Lo siento Car, pero sí. No puedo seguir con tus reproches.
No puedo más. – y colgó. –
____
Era el día anterior a su cumpleaños. Dougie había estado
esperando ansioso ese día, pero ahora que todo con Caroline había salido mal,
ya no quería saber nada con esa fecha.
- No puedes cancelarlo todo solo porque cortaste con Caro –
se quejó Harry –
- ¿Qué quieres que haga? No estoy de ánimo como para
festejar nada – contestó honesto y se paró en busca de una cerveza –
- Dougie – dijo Danny, tomándolo del brazo – no dejes que
Caroline te arruine. Tienes que vivir –
- No quiero hacerlo sin ella – musitó alejándose –
- ¿Y qué haremos ahora? – preguntó Tom –
- No hay nada que hacerle. Estoy seguro como de que me llamo
Harry, de que Dougie no cambiará de opinión ahora –
Una vez solo en casa, Poynter solo se dedicó a dormir.
Tanteaba el espacio sobrante en su cama y recordaba a Caroline, que solía
llenarlo. Una sonrisa se formó en su cara cuando pudo oler el perfume de su ex
novia, que seguía en la almohada. La
tomó y la abrazó, así fue como cayó dormido.
______
El 30 de noviembre había llegado, la casa estaba silenciosa
porque los chicos se habían ido ya, porque al otro día debían ir a trabajar.
Dougie había aceptado hacer algo pequeño en casa, así que se habían reunido.
Un suspiro retumbó en todo el lugar, se sentía solo, muy
solo. Faltaban las carcajadas de su novia, el ruido de la música sonando,
faltaba la felicidad. Lo que él no sabía
es que a menos de una cuadra de su casa, una muchacha caminaba bajo la fuerte
lluvia en dirección a su hogar.
Caroline llevaba una bolsa grande, que ahora se encontraba
empapada. Se paró bajo el pórtico y tocó el timbre esperando que él atendiera. Dougie abrió lentamente
la puerta.
- Ca… Caroline – dijo tartamudeando - ¿Qué haces aquí? – una
media sonrisa se formó en el rostro de aquel muchacho que sentía que su suerte
había cambiado abismalmente –
- Te dije que tenía una sorpresa para ti, no podía no dártela.
Oh, y además hay chocolates dentro de la otra bolsa. – la voz le temblaba, estaba llorando – te estuve
extrañando, Doug. Por favor no peleemos otra vez. –
- Caro – susurró, y la estrechó entre sus brazos mientras se
unían en un tierno beso. Él corrió un mechón de cabello de la cara de su novia
y le juro con la mirada que no volverían a pelear otra vez. –
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