Porque, aunque mi familia tenga salud y toda esa clase de cosas, yo me sigo enojando con algunas cosas que suceden en mi vida que son mierda. Por ejemplo: Mis quince.
Yo desde el comienzo no quise fiesta, y no me quejo de que no me la hagan, me quejo porque me prometieron terminar el quincho y arreglar todo el desastre que hay para hacerme una 'minifiestita' como la que hicieron algunos de mis compañeros pero ni eso terminaron realizando. Y yo pienso no, acabo de ahorrarte, como mínimo, 40.000 pesos, no podés no hacer nada de lo que me prometiste hacer, tené un poco de cariño hacia mí, loco. Y me da bronca, sí, claro que sí. Le comenté sobre un viaje a mi mamá y casi me saca con un escoba como si fuera un perro callejero.
Otra cosa que me jode es el hecho de que tras que no me voy de vacaciones, ni pileta tengo. Y no les pido que me la compren ahora, les pido que me entiendan cuando me quejo, cuando digo 'La puta madre, loco, quiero tener una pileta' y que entiendan que no es un reclamo, es un comentario porque me estoy cagando de calor. Hay cosas que, cuando uno es padre, tiene que aprender. A los hijos siempre les va a molestar no tener ciertas cosas, y aunque no las reclamen todo el tiempo, se mueren por tenerlas, entonces cuando reclamás una sola vez, no es correcto que se quejen. Ademas... el resto del mundo se fue a la costa, o a lugares X de vacaciones y yo sigo acá en casa, entonces más enojo todavía.
Parece que nunca hubieran sido chicos, como si nunca hubieran tenido esta edad y nunca se hubieran quejado porque les faltaba algo.
Ah, y esto es solo lo material. En el plano familiar mi vida también es una mierda. Lidiar con un hombre como mi papá es bastante difícil. Y no, no digo esto porque no me deja salir a bailar (cosa que no me parece atractiva en absoluto), digo esto porque el hombre al momento de cenar se toma casi una botella entera de vino y después despotrica violentamente en mi mamá. No le pega, no, pero me temo que en algún momento vaya a hacerlo, y ese es el día en el que a mi me mandan a un juzgado de menores por matar a mi viejo (cosa que es lógica en un momento así). Él, bien hijo de puta, dejó a mi mamá cuando yo era una simple nena de ¿2, 3 años? y se fue con la mujer con la que la engañaba (flor de gato, hija de puta ella también, trola arruinafamilias) pero después, volvió cuando yo iba a primero (si no me equivoco, aunque creo que fue en segundo) intentando arreglarlo todo. Pero en realidad, las cosas no se arreglaron. El tiene este humor de mierda que no es un simple mal genio, no, es más que eso. Y todas las noches hay discusiones que terminan con mi mamá ordenando la cocina de mi abuela con rapidez, yo lavando los platos apurada y yéndonos a casa preguntándonos ¿Cuándo se va a morir este viejo de mierda? Cosa que pese a que es muy fuerte, si ustedes tuvieran que convivir con él, lo desearían también. Yo no lo considero un padre, él jamás me abrazó, jamás me dio cariño, nada. En las únicas épocas en las que lo quise fueron en las que me llevaba a McDonalls (cuando estaba separado de mi mamá) aunque creo que yo lo quería más por las hamburguesas que por el cariño que me daba. Mi hermana jamás lo perdonó, yo tampoco. No quiero hacerlo y tampoco pienso que lo merezca.
¿Tienen idea de lo que es escuchar a tu 'padre' decir que tu propia hermana es un parásito? ¿Tienen idea de lo que duele? Ella es MI hermana, y la única persona que tiene derecho a decir cosas así, en todo caso, es mi mamá, que fue la única que la crió. Y además se olvida que, me pelee con ella o no, es mi hermana y no voy a permitir que la trate a sí, entonces salto a defenderla y se va todo a la mierda misma.
Los fines de semana son los peores. Tener a mi viejo siempre al lado es igual a... no sé, el infierno. Gritos, gritos, gritos, en eso se basa mi vida. En sus gritos. Y no es para nada fácil de soportar, te lo puedo asegurar.
Creo, de todos modos, que lo peor de todo esto es cuando voy a la casa de mis amigas y me doy cuenta de cuando envidio sus familias. Porque pese a que tienen problemas también, y obviamente los padres las retan, las cenas no son un calvario. Esas cenas son... pacíficas, con risas, chistes, todo lo que yo quiero, multiplicado por mil. Claramente ellas tienen otras dificultades en sus vidas, pero bueno. Y no es que yo maximice las cosas, es que son así y no creo que vayan a cambiar.
Tengo miedo. Miedo de que cuando mi hermana se vaya de casa todo recaiga en mí. Miedo a fracasar y tener que escuchar a mi propio padre decir que soy un parásito para él. Miedo.
Y, quiero que quede bien en claro que yo no me olvidé de esa navidad en la que casi a las doce, empezó a gritarle a Andrea y yo me fui corriendo llorando, diciendo que lo odiaba.
Tampoco me olvidé de ese día a la noche que decía que mis lágrimas eran falsas, de cocodrilo. Yo no me olvido las cosas, finjo no recordarlas. Quizás... sea mejor así.
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